Según el diccionario, retales significa sobra de telas. Pero para mí, retales no significa sobras de nada, todo lo contrario. Siempre los cuido, los uso, los reutilizo y siempre me da pena desprenderme de ellos. Son algo que forma parte del vestido… aunque en el anonimato… ¡y me da seguridad saber que están!
Todo el que conozca un taller sabe de lo que le hablo, un retal te hace preguntarte ¿y si sirve luego…? ¿Y si nos hace falta? Y con este, ¿podemos hacer una manga nueva? Los guardamos año tras año… y siempre sirven. Los retales son como los recuerdos, están ahí siempre que los necesites y si no, el día que menos te esperas se van…
“Retales de ilusión” son parte de mi historia, de mis vivencias, de mi trabajo, de mis viajes, de conocer otras culturas, personas, familias, amores. Retales de mi vida que al fin y al cabo son solo recuerdos…
Recuerdos de mi madre haciéndome mi primer traje blanco de organdí de algodón porque ya tenía 15 años; retales de mi hermana María del Mar sofocada la semana antes de feria porque no entregábamos, y ¡si entregábamos!; recuerdos de tantas modistas como nos han cosido de día y de noche; retales de mi María siempre aportando profesionalidad; recuerdo de miles de trajes que aún siguen por la feria de generación en generación; retales de mis fracasos y de mis triunfos… Recuerdos de mi alma. Algodones de la india, batistas, sedas… Lo que me gusta.
No quiero prescindir de ninguno de mis retales, siempre llenos de ilusiones… Eso es lo que ha creado esta colección 2017. Espero que os guste.
Fotografías: © Christian Cantizano
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