«Flamenco»
Colección Simof 2013
Lina deja ver en su nueva colección su lado más creativo e innovador. En el origen del flamenco encontramos una rica mezcla étnica, cultural e ideológica, un arte que actualmente sigue fusionándose con sonidos diferentes. Bajo esas premisas nace ‘Flamenco’, una propuesta donde destacan las líneas suaves y fluidas como contraposición al estructural vuelo de las faldas tradicionales de Lina, que también podemos encontrar en algunos modelos. Rocío Montero centra la atención sobre los escotes de los vestidos, introduciendo formas inusuales en un traje de flamenca, pero sin cruzar la delgada línea que hace que pierda su esencia. Encontramos escotes muy altos y tipo barco, por delante; mientras que las espaldas se descubren unas uves pronunciadas y formas geométricas. El fleco de seda será el complemento ideal para este estudio del escote, realizado de forma artesanal. La importancia de las mangas se hace presente con mangas al codo y largas que se alternan en los diferentes trajes de esta colección. Volantes al hilo y de capa. La fusión y el mestizaje también se reflejan en la selección de tejidos: perforados de algodón, popelines, punto, crêpes, sedas y encajes conviven formando un rico conjunto heterogéneo. En cuanto a los colores, partiendo de los colores más vinculados al mundo del flamenco (negro, blanco y rojo), la colección evoluciona a una degradación de los diferentes matices del rosa, que se hace protagonista central de la colección: buganvilla, rosa ciclamen, coral y tonos más pasteles. Salpican además algunos toques de amarillo, intenso y mostaza. Como complementos, sorprendentes mantones de Manila confeccionados y bordados artesanalmente. Además, cuenta con piezas exclusivas de las firmas Castañer, en calzado, y Dublos, para los complementos.
La historia de Lina comienza en 1960 cuando Marcelina Fernández y Francisco Montero fundan un taller de trajes de flamenca. En aquel momento nacía la firma de moda flamenca de mayor trayectoria y fama. Los diseños de Lina se hicieron pronto un hueco en los vestuarios de las bailaoras y cantaoras más populares, conquistando a artistas como Lola Flores, Rocío Jurado, Juanita Reina o Matilde Coral. Hasta el propio Joaquín Cortés ha vestido una de sus batas de cola. El taller de Lina guarda más de 50 años de anécdotas y sorpresas, como la inesperada visita de John Galiano, que quiso aprender a hacer volantes de la mano de “La Maestra”, como es conocida en el sector. La firma ha sabido crecer y adaptarse en este medio siglo de historia, aunando el savoir faire artesano con los gustos y estilos del siglo XXI. Una adaptación fruto del espíritu innovador de su creadora y el relevo generacional que ella misma ha facilitado, dejando el mando de la marca en manos de dos de sus hijas: Rocío y Mila Montero, directora creativa y directora ejecutiva, respectivamente. En la actualidad hay dos claves que distinguen a la marca: por un lado, el diseño y la manufactura; y, por otro, el disfrute del trato en el taller y en la tienda. La firma no sólo se ha renovado, sino que ha avanzado en su concepto empresarial ofreciendo y seleccionando para las clientas los complementos que más se adaptan a cada colección y que son tendencia, generando incluso minicolecciones exclusivas de reconocidos diseñadores de complementos. Con la llegada de las hermanas Montero Lina ha terminado de convertirse en firma de alta costura. Lina es a día de hoy icono del lujo flamenco.
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