Domingo 15 – Día Solera 1847
11.00 h. CERTAMEN DISEÑADORES NOVELES
José Antonio Peinado – El sueño de Malak
El caftán (kaftan), pieza emblemática de la indumentaria femenina marroquí, guarda una historia milenaria tan compleja como el trabajo de sus telas. Este atuendo de gala era exclusivo de los varones pertenecientes a la nobleza.
De Bagdad hasta Córdoba, de Damasco hasta Estambul, el caftán ha recibido múltiples influencias a lo largo de los siglos hasta convertirse en la prenda emblemática del Reino de Marruecos en los siglos XI y XII.
Hubo que esperar hasta el siglo XVII para que formara parte de la vestimenta femenina para nunca más apartarse de ella. En el XIX, época de gran expansión económica para Marruecos, el kaftán se ve por primera vez junto al brocado lionés o las sedas importadas de China. Desde entonces, se ha vuelto una fuente inagotable de expresión artística, inseparable de los bordados ntaâ en hilo de oro de Fez, de los bordados multicolores y florales de Tetuán, o de los de motivos geométricos realizados con hilo de seda procedentes de Rabat. Aamal, Aaminah, Bushra, Daria, Halima, Maraam, Jamila, Hayal, Falak, Callista, son términos que marcaran la colección.
Los patrones, formas y colores se han adaptado a nuestro traje tradicional, donde se le han añadido los volantes (tan importantes y representativo de estos trajes) incluyendo carruchas artesanales, espaldas cubiertas con flecos transformados con la técnica de crochet e incorporándoles flecos, elaborados artesanalmente. Tradicionales cinturones de los Kastanes se han incluido en el patronaje, junto con la pedrería, que ha sido colocada a mano, al igual que los complementos del estilismo, que se realiza de forma totalmente artesanal.
Todo esto sido fruto de un trabajo de investigación exhaustivo, en el que el diseñador viajó al país de origen, Marruecos, para ver in situ las formas, colores y demás complementos de los kaftanes y recorrió los lugares más importantes para el análisis de los elementos mas característicos de la colección.