Ana Morón – Sevilla
“Mil y una noches”
Diplomada en Ciencias Empresariales. Diplomada en Diseño y Gestión de la Moda, Ana Morón inicia su carrera profesional como diseñadora tras quedar finalista en el Certamen de Diseñadores Noveles de SIMOF 2008. Desde entonces, presenta cada año su colección de moda flamenca en SIMOF, donde este año se inicia en pasarela. En 2009, fue seleccionada para representar la moda andaluza en la feria “A Taste of Spain” en Londres. También ha colaborado en el taller de Victorio & Lucchino y ocasionalmente participa en showrooms de jóvenes diseñadores como “South 36-32 N”, o “Renovarse o Morir”. Actualmente colabora como diseñadora para una marca internacional en el proceso de diseño, control de prototipos y producción en países asiáticos a los que viaja con asiduidad.
Colección Simof 2012
En Paris, tras la oscura etapa de la 1ª Guerra Mundial, de la mano del diseñador Paul Poiret, surge una época de euforia en la que cualquier cosa exótica estaba de moda: el Ballet Ruso, el orientalismo místico, estampados orientales, flores chinas y japonesas, flecos y colores vivos. Se creó una moda lujosa, pero muy moderna, que contribuyó a un cambio en la forma de vestir de las mujeres de la época, liberándolas de corsés y anteponiendo una belleza natural. Las míticas fiestas de Poiret bautizadas como “Las mil y una noches”, figuran como mitos del siglo XX e inspiración de Ana Morón, diseñadora que propone como tendencia líneas ricamente decoradas al estilo “Art Decó”, el cual se caracteriza por su afán decorativo y la obsesión por el diseño hasta el más mínimo detalle. Estilo que aporta armonía a una estética bohemia y muy femenina, de factura artesanal, con un profundo aire flamenco que enriquece lo tradicional, principal inquietud de la diseñadora Ana Morón. Su colección es un conjunto de vestidos fluidos con amplias mangas, siluetas marcadas y generosos escotes, con especial protagonismo de hombros y estudiados volúmenes. La joven sevillana descubre nuevas formas en las texturas a través de tejidos nobles en seda, muselina, estampados orientales y terciopelos, sin olvidar los flamencos algodones. Los colores proceden del orientalismo que los ballets rusos llevaron a París, basado en tonos vivos como el verde profundo, el azul añil y los naranjas subidos, contrastados con el pastel de rosas y celestes. Para los complementos, elabora piezas realizadas artesanalmente en los talleres de la firma, creando modelos únicos e irrepetibles con un aire vintage.
Fotos: © Rafael Manjavacas / DeFlamenco.com
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