Carmen Latorre
“Entre naranjos”
Madre e hija dedicadas desde toda una vida al traje de flamenca. Lo que empezó siendo un pequeño taller a medida con su comercio, es ahora una empresa que realiza trajes para toda Andalucía, teniendo distintos puntos de venta en la actualidad, y exportan sus creaciones a Japón, EE.UU. y Alemania. Están al tanto de las últimas tendencias en moda flamenca y cuidan hasta el último detalle de cada traje, con una exclusividad en el diseño y calidad del tejido, hasta una confección impecable, siendo muy exigentes consigo mismas. Entre ellas forman un gran equipo en el que la innovación y la experiencia de los años hacen que el resultado sea siempre un traje de flamenca único y personalizado para cada mujer. Llevan varios años participando en SIMOF, distintos desfiles de otras provincias y su sello de identidad son los trajes de diseño y bien trabajados.
Colección Simof 2012
La propuesta de Carmen Latorre está inspirada en la novela valenciana costumbrista de Blasco Ibáñez, ambientada en las huertas de naranjos, el olor azahar y su traje regional de falleras. También en esa época de principios del S.XX, pintores de la talla de Julio Romero de Torres se interesaron por la mujer andaluza, con rasgos muy marcados, pintando además bodegones que han servido de inspiración para esta colección. Así, los trajes se llenan de colorido intenso, utilizando el dorado para destacar una mujer muy natural, de ojos muy profundos, con una elegancia que marca a la mujer andaluza como ideal de belleza. Las líneas son muy naturales, con escotes en V y hombros muy abiertos, dejándolos al descubierto. Carmen Latorre aporta mucho volumen en los bajos, formas abanico, que ceden al cuerpo mucha libertad. Conforme se baja de la cadera, los vuelos abren de golpe. Las mangas, adaptadas al cuerpo, se abren en el antebrazo, estando así en la misma sintonía que las faldas. Vuelos que se convierten en claveles invertidos y hombre muy naturales con poco volumen. Los tejidos son muy variados: organza de seda, georgettes, guipur, tul, seda, batista estampada, otomán, seda moteada, bordado sobre bastita y sedas estampadas. En cuanto a los colores, destacan los tonos intensos, como amarillo, naranja y rojo sangre, pasando por la gama de verdes y azules. También resalta una pincelada de colores empolvados, recordando tiempo anteriores con el nude, camel y beiges oscuros. Para los complementos, presenta flores pequeñas hechas ramilletes de azahar, peines amoldados a la cabeza y colores como el plata y el dorado que nos recuerdan esos trajes regionales valencianos. Los pendientes son largos, pero no en exceso, precisando la típica lágrima y los corales, sin sensación de pesadez o demasiados aparatosos. Complementos, en general, bastantes ligeros, pero elegantes y cómodos, con protagonismo de los camafeos.
Fotos: © Rafael Manjavacas / DeFlamenco.com
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