Su reciente trayectoria no es más que el resultado de lo que ha vivido María José Blay desde niña en su ciudad natal, Coria. Acudir desde muy pequeña al Rocío para ver a la Blanca Paloma y esos volantes que no olvida y que cada año imaginaba para ella su madre, son, en parte, los responsables de que se encaminara hacia el diseño de moda flamenca.
Comenzó haciendo trajes de flamenca para sus amigas, pero fue en 2009 cuando se decidió a dedicarse a ello de manera profesional. Formada a sí misma, se lanza en 2014 a la aventura del desfile en pasarela, creando ‘Veritades’ y eligiendo SIMOF para ello. Repite la experiencia al año siguiente con ‘Morena mía’ en el 2015. Tras un breve e intenso paréntesis en el que completa su formación, vuelve a SIMOF para esta temporada 2018 con una colección muy personal, ‘Mis quereles’.
El estilo de María José Blay es respetuoso y fiel a la flamenca clásica, pero con ciertas connotaciones que la renuevan y visten de manera única, exclusiva. Su manejo de la aguja le facilita crear diseños cómodos y elegantes, que realzan el glamour que desprende la silueta femenina.
Colección SIMOF 2018
Mis quereles narra, a golpe de volante, esos inolvidables instantes vividos en El Rocío cuando era pequeña acompañada de su familia, de sus quereles. Y lo hace con vestidos de flamenca. De hecho, gran parte de la colección que nos presenta gira en torno a esa etapa de su vida, a su niñez en El Rocío, que conserva como un tesoro. Es de ahí, precisamente, de donde brota su inspiración, ésa que, de repente, se plaga de recuerdos tras un encuentro casual con una falda de flamenca que su madre le hizo una primavera.
Comienza a tomar forma su nueva colección, diseñando en exclusiva, un tejido de lunares en popelín rosa y otros tantos colores vivos y alegres, como son los amarillos, turquesas y fucsias con un poco de negro, que resultan perfectos para rememorar esos días rocieros con aires setenteros.
En esta colección añade otros tantos volantes idóneos para la Feria, tanto de día como de noche, haciendo uso del raso y el dupion, tejidos habituales entre sus diseños de flamenca que se estampan en rojo, burdeos, rosa y coral y algún diseño verde con lunar en rosa.
Los colores como el blanco, negro y dorado, los reserva para su flamenca de noche, la cual, sigue las mismas pautas de estilo ochentero que pueden advertirse en sus diseños para la Feria de día. De ahí que esta temporada haya subido el talle de sus trajes con respecto a las anteriores, manteniendo el predominio del volante sobre el canastero y el volumen sin exceso para vuelo y enaguas, pues, ante todo busca una elegancia cómoda para quien se viste con sus trajes de flamenca.
Todos los complementos para esta colección están diseñados por María José Blay.
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