Como dijo Benedetti “Todos somos fanáticos de lo prohibido” y esta ha sido la realidad del diseñador Antonio Gutiérrez, quien ha unido el folklore de los años 90, el futbol americano y el flamenco en su colección. A ritmo de música de otras décadas causo expectación por los diseños que mostro en la pasarela de SIMOF.
Quizás podríamos definir sus diseños como extravagantes, pero aun así creo que nos quedaríamos cortos. Podríamos dividir la colección en tres partes diferentes, la primera relacionada con el deporte, la segunda con los años 90 y una tercera más sofisticada pero con ese punto de extravagancia del que hablábamos.
Empecemos por la parte más deportiva, en la que el tono desenfadado de los diseños y la alegría de estos hacían que llegaran de una manera alegre y emotiva. El traje regional, mucho lunar, cortes a la cintura, faldas de mini volantes y bombers para complementar. Podríamos calificarlo como un pase muy sport.
La parte noventera llegaba acompañada de aperturas, mucho vuelo, escotes, cinturones y chaquetas vaqueras, tonalidades rosas y verdes, colores vivos y alegres, mucho vuelo y sin olvidar el lunar, que hemos podido apreciar de todos los tamaños.
Y para finalizar con elegancia, extravagancia y un “NO ES NO”, vimos una parte más sofisticada, con escotes delanteros y a la espalda. Tonalidades rojas, rosas, azules y flecos. Combinación de volantes en el talle del cuerpo, chaquetas y pantalones.
Los complementos y las medias de encajes han sido esenciales en esta colección, donde la picaresca ha tenido un papel muy especial. Y así por todo lo alto como llegaron, y con la alegría que aportaron a SIMOF 2018 se despidió el diseñador Antonio Gutiérrez y su colección “Lo Prohibido”.
Rocío Maestre.